En un mundo donde la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa, los ingenieros de telecomunicación se han convertido en piezas clave para el desarrollo de la sociedad digital. Así lo explicó Javier Mateo, decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de Aragón, en su habitual participación radiofónica en Aragón Radio, donde repasó las amplísimas salidas profesionales de esta carrera. Su afirmación no deja lugar a dudas: “es una profesión con paro cero”.
Y no es para menos. Las telecomunicaciones están en el corazón de todas las grandes transformaciones actuales: desde la inteligencia artificial hasta la ciberseguridad, pasando por el despliegue de redes 5G, el internet de las cosas (IoT), la robótica o el procesamiento masivo de datos. “Todo esto necesita profesionales muy bien preparados, y los ingenieros de telecomunicación tienen esa formación transversal y técnica que exige el mercado”, destacó Mateo.
Talento muy demandado y escaso
Una de las ideas más repetidas en la intervención del decano es la falta de profesionales para cubrir la demanda actual. “Las empresas no encuentran suficientes ingenieros de telecomunicación, y eso hace que las oportunidades laborales sean inmediatas”, afirmó. Esta situación convierte a la titulación en una de las más seguras a nivel laboral, con salidas tanto en el sector privado como en la administración pública, y también en el ámbito internacional.
Además, el abanico de salidas es cada vez más amplio: desde puestos técnicos en diseño de redes o desarrollo de software, hasta roles en gestión de proyectos, consultoría tecnológica, innovación o emprendimiento. “Muchos ingenieros de telecomunicación fundan sus propias startups”, recordó Mateo, subrayando el carácter emprendedor de muchos egresados.
Una formación sólida y versátil
La carrera de Ingeniería de telecomunicación destaca por ofrecer una base muy sólida en matemáticas, física, programación y sistemas de comunicación, pero también por su orientación práctica y su capacidad de adaptación a sectores muy diversos. “No solo trabajamos con cables o antenas”, bromeó el decano, “también diseñamos algoritmos, sistemas inteligentes y soluciones que cambian la vida de las personas”.
En un contexto donde conceptos como “transformación digital”, “tecnologías emergentes” o “automatización” están a la orden del día, la figura del ingeniero de telecomunicación cobra una relevancia estratégica. “Es un perfil imprescindible para cualquier empresa que quiera mantenerse competitiva”, añadió.
Aragón, polo de innovación tecnológica
Durante la entrevista también se puso en valor el papel de Aragón como una comunidad cada vez más activa en el ecosistema tecnológico. Con una oferta formativa de calidad y un tejido empresarial que apuesta por la innovación, la región se está posicionando como un polo de atracción para el talento digital. El Colegio de Ingenieros de Telecomunicación de Aragón, con iniciativas de formación, visibilidad y apoyo al profesional, contribuye activamente a este desarrollo.
“El futuro ya está aquí, y lo están construyendo los ingenieros de telecomunicación”, concluyó Javier Mateo.